Hoy comenzamos la vuelta de la liga y jugamos un buen partido con un equipo que ha mejorado mucho respecto a la primera jornada, el Sanra.
Hoy hemos hecho bien muchas cosas: seguimos manteniendo las posiciones vigilando al jugador del otro equipo más cercano, reaccionamos muy rápido tras perder un balón y defendemos todos juntos, cada vez hacemos mejores jugadas en equipo acabando con tiro a portería, y lo más importante; damos una sensación de equipo muy unido y comprometido.
Sin embargo, hoy no he salido del campo tan contento como otros días porque ha habido dos detalles puntuales que no deben repetirse.
El primero ocurrió cuando Pablo al sacar un córner pasó el balón a Duro (estaba jugando de portero) y se lo dio a un jugador del Sanra. Al acabar la jugada, donde casi nos meten gol, algún compañero desde el banquillo gritó el nombre de Pablo recriminando el pase. Seguro que Pablo ya se sintió bastante mal por haber dado mal el pase como para que alguno de nosotros le recriminemos. ¿Qué podemos y debemos hacer en estos casos? Sin lugar a duda, ANIMAR. Si Pablo hubiese oído palabras de apoyo y visto gestos de ánimo por parte de todos nosotros seguro que le hubiésemos ayudado a sentirse mejor haciéndole saber que estamos con él en ese momento. Y aprovecho para recordaros que fallar es lo mejor que nos puede pasar para aprender. Equivocarse es una oportunidad para aprender y mejorar, no es nada malo.
El otro gesto que tampoco me gustó fue un minuto antes de finalizar el partido que alguno de vosotros me preguntasteis si podíais hacer la piña al final del partido cantando “hemos ganado, hemos ganado, oe oe oe” a modo de venganza porque algún jugador del otro equipo no tuvo un buen comportamiento con nosotros. Evidentemente os dije que no, porque vuestra finalidad no era festejar el partido, sino celebrar una victoria para chulearse del otro equipo. Aquí hay varios puntos a tener en cuenta: El primero es que tenéis que saber que si el otro equipo no hubiese estado hoy en el campo, no hubiéramos jugado. Ellos comparten la misma pasión que nosotros pero van a otro colegio. Así que ya solo por eso, merecen nuestro respeto. Y el segundo es que no tenemos que olvidar de dónde venimos ¿Ya os habéis olvidado de esos partidos que perdíamos 8-2, 10-0, etc.? Si ya no os gustaba perder por tantos goles, menos ver que el otro equipo tuviese gestos de soberbia. Ojo, no digo que no celebréis haber jugado un gran partido (habiendo ganado o perdido) siempre y cuando sea una alegría conjunta y sin el objetivo de meternos con el otro equipo.
Ahora leyendo lo que escribo parece que estoy enfadado. ¡Para nada! Habéis jugado muy bien y el 95% del partido habéis sido ejemplares. Me quedo con el esfuerzo defensivo de Jayden, Duro, Samu y Darío, con los goles de Pablo, Marcos Varona e Infante, con el juego en equipo de Álvaro, Andrés e Iñaki, y con las jugadas individuales de Mateo y Gonzalo.
A lo mejor estos gestos puntuales que tenemos que corregir se pueden deber a que estamos ganando la mayoría de los partidos y os veis con posibilidades de quedar primeros. Y es normal que le estéis dando una mayor importancia a ganar porque es muy ilusionante vernos en la parte de arriba de la clasificación. Pero acordaos: no jugamos ni para quedar primeros ni nuestro principal objetivo es ganar el partido. Lo más importante es disfrutar del fútbol junto a vuestros amigos del cole.
Las ligas se juegan cada curso escolar año tras año, pero vuestros compañeros son únicos e irrepetibles.
El próximo partido más y mejor. ¡SOIS LOS MEJORES!
Qué buena crónica Javi! La verdad es que es una suerte tenerte como entrenador y como persona cerca de nuestros hijos!